Congreso en alerta: el veto como arma pol铆tica y la amenaza silenciosa a los m谩s vulnerables

En un contexto de tensi贸n creciente entre los poderes del Estado, el reciente veto presidencial a tres leyes claves 鈥攅l aumento a jubilaciones, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad鈥 encendi贸 se帽ales de alarma tanto en el Congreso como en amplios sectores sociales. La decisi贸n, formalizada a trav茅s del decreto 534/2025, gener贸 un inmediato repudio entre legisladores que, lejos de resignarse, anunciaron que insistir谩n con su aprobaci贸n por separado.

Lo que a primera vista puede parecer una medida m谩s en el marco de una disputa institucional, esconde una din谩mica preocupante: la concentraci贸n de decisiones en manos del Poder Ejecutivo y la creciente indiferencia hacia los sectores hist贸ricamente m谩s vulnerados. Porque no se trata s贸lo de n煤meros o de equilibrio fiscal; lo que est谩 en juego es el tejido mismo de la justicia social.

鈥淓l Presidente tiene derecho a vetar, pero no a imponer c贸mo debe votar el Congreso鈥, se帽al贸 el diputado Oscar Agost Carre帽o en di谩logo con DiarioDigital.ar, y subray贸 que 鈥渃ada ley vetada posee vida propia. No existe en la Constituci贸n nacional ning煤n aval para que un decreto obligue al Parlamento a tratarlas como un paquete indivisible鈥.

El trasfondo jur铆dico de esta maniobra genera inquietud: 驴hasta qu茅 punto puede el Ejecutivo condicionar el funcionamiento independiente del Congreso? 驴Es admisible que la voluntad de las mayor铆as legislativas quede desactivada con un simple gesto presidencial?

Desde distintos bloques, la respuesta fue inmediata. El diputado Florencio Randazzo afirm贸 que 鈥渞ecomponer los ingresos de los jubilados no es populismo, es dignidad鈥. Y agreg贸 que 鈥渟i el 煤nico plan es golpear siempre a los m谩s d茅biles, no estamos ante un proyecto de pa铆s, sino ante una l贸gica de exclusi贸n鈥.

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La diputada Victoria Tolosa Paz, por su parte, fue m谩s all谩: 鈥淥tra vez se elige el ajuste sobre quienes m谩s sufren. Vetan el aumento a los jubilados y la emergencia en discapacidad mientras giran millones al sistema financiero. Es una decisi贸n cruel, pero sobre todo reveladora鈥.

En los pasillos del Congreso se percibe un consenso transversal: esto ya no es s贸lo una puja legislativa. Lo que se discute, en el fondo, es el tipo de Rep煤blica que la sociedad argentina desea sostener. 驴Puede un gobierno dar la espalda a las necesidades m谩s urgentes y escudarse en tecnicismos para justificar recortes que afectan la vida cotidiana de millones?

El diputado Daniel Arroyo 鈥攑residente de la Comisi贸n de Discapacidad e impulsor de una de las leyes vetadas鈥 fue tajante: 鈥淰amos a insistir con los dos tercios. Las familias est谩n desesperadas. Esto no puede quedar en un papel firmado en Casa Rosada, tiene que convertirse en pol铆tica p煤blica鈥.

La narrativa del equilibrio fiscal, sostenida por el oficialismo, comienza a mostrar sus fisuras cuando el costo del ajuste lo pagan siempre los mismos. 鈥淢ilei veta derechos con la excusa del super谩vit, mientras se desangra el entramado social. As铆 no se construye grandeza nacional, se profundizan las heridas鈥, apunt贸 el diputado Mart铆n Soria.

En tanto, desde el Senado, Anabel Fern谩ndez Sagasti no ocult贸 su indignaci贸n: 鈥淢ientras se reciben desembolsos del FMI, se les niega un plato de comida caliente a los jubilados. El relato del orden se cae cuando lo 煤nico que se ordena es la miseria鈥.

La sensaci贸n es de asfixia democr谩tica. Las instituciones funcionan, s铆, pero bajo una presi贸n constante que erosiona lentamente los contrapesos. El Congreso tiene ahora la responsabilidad hist贸rica de marcar el l铆mite. La Constituci贸n le confiere el poder de insistir, art铆culo por art铆culo, y muchos legisladores aseguran estar dispuestos a hacerlo.

Desde diversos bloques se repite una misma idea: no se trata de una disputa partidaria, sino de una defensa de valores fundamentales. 鈥淟a libertad no puede usarse como bandera mientras se ajusta a los m谩s vulnerables para enriquecer a unos pocos鈥, sentenci贸 la diputada Sabrina Selva. 鈥淟o que est谩 ocurriendo es profundamente antidemocr谩tico. No se puede gobernar vetando la dignidad鈥.

En definitiva, los pr贸ximos pasos del Parlamento no solo determinar谩n el destino de tres leyes espec铆ficas, sino que podr铆an marcar el punto de inflexi贸n entre un gobierno que administra diferencias y otro que impone su voluntad por sobre todo. Y como record贸 Agost Carre帽o, 鈥渁l final, los que decidimos somos las ratas鈥. Una frase tan ir贸nica como cruda, que hoy resuena m谩s actual que nunca.