Con las boletas ya oficializadas, Berisso enfrenta un momento de reflexión cÃvica: seis alternativas pugnan por el acompañamiento del electorado en las elecciones de septiembre de 2025 —Fuerza Patria, Somos Buenos Aires, Unión y Libertad, La Libertad Avanza, PolÃtica Obrera y Potencia—, cada una presentando su diagnóstico y propuestas para el futuro inmediato
Sin embargo, en esta coyuntura, surgen preguntas clave que podrÃan guiar el voto:
- ¿Quién garantiza la continuidad de obras y programas que hoy benefician a nuestras familias?
- ¿Qué estrategia conecta de verdad la gestión municipal con los vecinos de cada barrio?
- ¿Cómo aseguramos que las escuelas, el hospital y los espacios públicos sigan mejorando sin interrupciones?
Un recorrido de hechos más allá de las palabras
Desde 2024, la administración del intendente Fabián Cagliardi se ha caracterizado por transformar el superávit fiscal en mejoras tangibles: más de veinte escuelas municipales refaccionadas, renovación integral de plazas y canchas sociales, reapertura de la Casa de Culturas con talleres gratuitos y la recuperación de la Fiesta del Vino de la Costa como encuentro popular.
Estos logros no surgen de promesas, sino de decisiones concretas: asignaciones presupuestarias claras, diálogo permanente con comisiones barriales y monitoreo de cada obra. Quienes recorren las calles de Berisso lo perciben: el asfalto, los nuevos espacios de juego, el aire renovado en los pasillos escolares y el dinamismo cultural.

El valor de la gestión compartida
Otras listas hacen hincapié en grandes diagnósticos o en alianzas distantes, pero pocas proponen un vÃnculo orgánico con la comunidad. El modelo que hoy late en nuestro distrito se apoya en:
- Participación ciudadana activa, con audiencias públicas y encuentros temáticos que alimentan la agenda municipal.
- Impulso a la economÃa local, mediante microcréditos a emprendedores y apoyo a cooperativas culturales y productivas.
- Transparencia presupuestaria, con informes trimestrales accesibles y participación de delegados vecinales en la ejecución de recursos.
Estas caracterÃsticas invitan a preguntarse: ¿hasta qué punto valoramos la solidez de un proyecto que ya esta dando frutos?
Reflexión antes del voto
Cada elector enfrenta este otoño la decisión de depositar en la urna no solo un nombre, sino un conjunto de experiencias:
- La mejora de las escuelas: ¿preferimos continuar con aulas acondicionadas y seguras, o reiniciar procesos de adjudicación de fondos y licitaciones?
- La salud pública: ¿confiamos en quien potenció el Hospital Municipal con equipamiento y profesionales, o arriesgamos volver a urgencias saturadas?
- El espacio cultural: ¿optamos por un municipio que abrió puertas al folclore y las artes plásticas, o volvemos a un modelo de convenios esporádicos y dispersos?
En definitiva, la reflexión invita a que sea el propio electorado el que equilibre sus prioridades: continuidad u oportunidad de recomienzo; obras palpables o discursos por articular; gestión participativa o fórmulas cerradas.
Un cruce de caminos
Los próximos meses de campaña serán escenario de debates y propuestas. Pero antes de dejarse seducir por discursos nuevos o por alianzas que suenan bien en los medios, tal vez valga la pena recordar que el éxito de una administración no se mide por slogans, sino por los bancos pintados, las aulas renovadas y el murmullo vivo de la comunidad reunida en la plaza.
En Berisso, la elección de 2025 se perfila como una encrucijada entre retomar un camino ya trazado o explorar senderos que deberán comenzar de cero. La decisión —más allá de consignas partidarias— quedará en manos de vecinos y vecinas que, con su voto, definirán si este proyecto de gestión y participación continúa su curso de cara al futuro.